Este collar está tejido con mostacillas en una secuencia libre y cambiante, como un paseo entre piedras, musgos y cielos de distintas estaciones. Verdes húmedos, azules profundos, toques de negro, dorado y ese destello inesperado del amarillo limón —todo convive en una danza silenciosa, como si el color siguiera el pulso de la tierra.
Su forma tubular y su composición irregular lo hacen cómodo y versátil, con un aire lúdico y sobrio al mismo tiempo. Ideal para acompañarte en días en que sientes que estás en movimiento, incluso cuando estás quieta.
